El arte abstracto o abstraccionismo es un estilo artístico moderno de
las artes visuales que prevalece las formas abstractas en detrimento de los
objetos y figuras que representan algo de nuestra propia realidad. De esta
forma, se puede afirmar que el arte abstracto es lo opuesto al realismo y
fotografía, por lo que requería de la imaginación o comprensión más allá de lo
lógico por parte de quien observa la pintura.
El arte abstracto se caracteriza por emplear, fundamentalmente,
las formas esenciales del lenguaje plástico, como las figuras, las líneas y los
colores, como medio de expresión artística. El concepto de arte abstracto ya
existía desde la prehistoria pero obtuvo fuerza en 1910, como una reacción al
realismo, de allí que se lo considere una tendencia opuesta al arte figurativo.
En este sentido, el arte abstracto se distingue por trascender la
representación de la apariencia externa de las cosas, y por plantear búsquedas
plásticas que apuntan más bien hacia los aspectos formales, cromáticos y
estructurales. De allí que la abstracción se valga de los recursos más
esenciales del lenguaje plástico para procurar crear un lenguaje autónomo que
evoque sus propios sentidos.
No obstante, el grado de abstracción de sus obras puede variar e ir
desde un nivel de abstracción parcial, donde los rasgos figurativos aún son
evidentes, hasta una abstracción total y absoluta.